El dilema de Geli Raubal

Angela Maria "Geli" Raubal.


Geli y Elfriede acompañaron a su madre cuando ésta se convirtió en la ama de llaves de Hitler, en 1925; Raubal tenía entonces 17 y durante los siguientes seis años estuvo en estrecho contacto con su medio-tío Hitler,2 que era 19 años mayor que ella. En 1928 su madre se convirtió en el ama de llaves del Berghof, la villa que Hitler tenía cerca de Berchtesgaden.3 Al año siguiente, Geli se mudó al apartamento de Hitler en Múnich, en la Prinzregentenstrasse. No obstante, nunca llegaría a completar sus estudios de medicina. Fue a partir de esta época cuando Geli entró en el círculo íntimo de Hitler, y llegó a tratar directamente con muchas de sus amistades y conocidos. Para ella se produjo un importante cambio al pasar a vivir directamente con su tío, mientras su madre quedaba a cargo del Berghof, pasando cada vez más tiempo los dos. Algunos funcionarios del partido y personas del círculo cercano a Hitler empezaron a criticar que el líder del Partido Nazi pasara cada vez más tiempo con su sobrina, desatendiendo los asuntos políticos.
Al tiempo que era uno de los principales líderes políticos de la Alemania de entonces, Hitler era cada vez más dominante y posesivo con Geli, manteniendo un estricto control sobre ella.6 Cuando descubrió que su sobrina estaba teniendo una relación con su chófer, Emil Maurice, Hitler la obligó a poner fin al lance y despidió a Maurice de su servicio.17 Después de esto, su tío no dejó que se volviera a relacionar libremente con amigos, y se aseguró de que él mismo o alguien de confianza estuviera al lado de Geli en todo momento, ya fuera acompañándola en viajes de compras, al cine, o a la ópera.
Geli, en plena adolescencia, se vio sometida entonces a una enorme presión. El líder nazi Otto Strasser comentaría más adelante que Geli, durante un encuentro en 1931, le había comentado que Hitler le pedía que "hiciera cosas simplemente repugnantes", a lo que se unía su hartazgo por los enormes celos posesivos de su tío hacia ella. Strasser añadió que, según Geli, ésta debía verse sometida a realizar perversiones sexuales para satisfacción de Hitler.