Las bacantes

En la última de las obras que conocemos de los clásicos griegos, Eurípides acusado de combatir la tradición trágica griega y de fundar un nuevo drama sin lo dionisíaco, escribe las bacantes.
2600 años después volvemos a poner en escena la obra. ¿Quiénes son las Bacantes de nuestra época? La presencia de la divinidad desencadena el drama. Otra energía se manifiesta y se vehiculiza a través de lo femenino. Es el fin de la sociedad patriarcal rígida, incapaz de soportar los cambios. El poder temporal tiembla ante la experiencia mística.
¿Puede el que manda ignorar la realidad?
Este enfoque de la obra de Eurípides, se vale del teatro y la danza contemporánea, para relatar la venganza de Dioniso contra los que difamaron a su madre, luego de su muerte, y negaron su origen divino. Esta original puesta se basa en la versión y adaptación de Rubén de León y cuenta con la dirección Juan Manuel Correa.

Sinopsis
Llega Dioniso a Tebas - hijo de Zeus y Sémele - a cobrar venganza contra los que difamaron a su madre luego de su muerte y a él, negando su origen divino. Su llegada desestabiliza el orden reinante. Su primo - el rey Penteo - descreído de que sea dios, manda a buscarlo y lo encierra. Esto desata el frenesí de las bacantes, que reclaman por su libertad. Dioniso se libera, se presenta ante su primo y las bacantes se entregan a su poder congregándose en rituales orgiásticos junto a las otras mujeres; entre ellas la madre y la tía de Penteo, para adorarlo. Mientras tanto en la casa, Dioniso le ofrece la posibilidad a su primo de ir a espiarlas y le propone travestirse para que no lo descubran. Este acepta, se viste de mujer y van. Ya en el monte y en el medio del ritual dionisíaco, Penteo es sorprendido y es su propia madre junto a sus tías, presas del delirio báquico, lo confunden con una fiera y lo despedazan. Luego del trance, Ágave descubre que tiene en sus manos la cabeza de su hijo. Dioniso ha cumplido su cometido: vengó a su madre.

1 Histórico de funciones