Trinidad Guevara

Trinidad Ladrón de Guevara Cuevas, nacida en Santo Domingo Soriano y fallecida en Buenos Aires, fue una de las figuras más influyentes del teatro rioplatense del siglo XIX. Hija de un actor y archivero de compañía teatral, creció entre bambalinas y debutó a los 13 años en la Casa de Comedias de Montevideo, dirigida por Bartolomé Hidalgo. A los 17 ya asumía papeles protagónicos.

A los 18 fue madre de su hija Carolina, fruto de su relación con Manuel Oribe, y aun así continuó trabajando sin pausa. En 1817 ingresó al elenco del Teatro Coliseo de Buenos Aires, donde a los 19 se convirtió en favorita del público. A los 21 nació su segundo hijo, Caupolicán, y para entonces ya lideraba la compañía, ejerciendo además un rol de guía artística para otros intérpretes.

Su talento y belleza despertaron admiración y también escándalos. En 1821 fue blanco de un ataque moralista del sacerdote Castañeda, al que respondió con un volante en defensa propia que se volvió célebre por su valentía. Cuando volvió al escenario tras la polémica, el público la ovacionó.

Versátil y sin temor a romper moldes, interpretó también papeles masculinos. Destacó en obras como Virginia de Alfieri y El amor y la intriga, imponiendo un estilo natural, una dicción impecable y un magnetismo escénico que la acompañó durante toda su carrera. Su vida sentimental fue tema frecuente de rumores, y tras un episodio accidental de envenenamiento decidió alejarse por un tiempo del ambiente porteño, actuando en Montevideo, Córdoba, Mendoza y varias ciudades de Chile.

Regresó a Buenos Aires en 1856. Tras 46 años de actividad teatral anunció su retiro y se despidió del público con una última función en el Teatro El Porvenir. Murió en 1873, a los 75 años, prácticamente olvidada y sin homenajes inmediatos en la prensa. Fue sepultada en el Cementerio de la Recoleta.

Con el tiempo, su figura recuperó reconocimiento. Un teatro municipal en Luján lleva su nombre desde 1985, y también una calle en Buenos Aires.

12 Espectáculos en los que participó