María Antonieta, la de Austria

Francia. Siglo XVIII. Bajo un contexto político, social y económico bastante
complicado, la Asamblea Nacional Constituyente tiene en la mira a su gran
antagonista: María Antonieta. Y detrás de ella a todos los integrantes del Antiguo
Régimen.
Enemiga comercial de la Nación, ya que sus esfuerzos por verse espléndida acarrean
graves consecuencias económicas para el país. A pesar de haber renunciado a su
trono en la extranjería, adversaria virtual de la República, ya que nunca dejará de
representar a una potencia enemiga.
Monstruo Hembra, sus encantos y su “indomable lubricidad” escandalizan a los
machos revolucionarios que, mediante panfletos, no dudan en insultarla bajo los más
“creativos y audaces” epítetos: perra austríaca, prostituta babilónica, tortillera, una
bestia capaz de (sic.) “digerir el oro y la plata con facilidad, pero incapaz de tragar la
constitución”.
La última reina de Francia antes de la Revolución recuperará su cabeza en este
soliloquio donde tendrá el tiempo que no tuvo para armar su defensa frente al
Tribunal Revolucionario que dictaminó su decapitación. Tendrá el tiempo suficiente
para contar la verdad. No sólo la suya, sino que las verdades de todas las princesas
rehenes del linaje monárquico.

1 Histórico de funciones